Buenos Aires, este jueves 29 de mayo, está viviendo una jornada particularmente gélida, con una temperatura mínima que cayó a 4,3 °C durante las primeras horas del día, justo cuando estudiantes y trabajadores comenzaban sus actividades cotidianas. En medio de esta ola polar, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) alertó sobre la posibilidad de que se registre un fenómeno inusual y poco conocido en la región: el graupel.
¿Qué es el graupel y cómo se forma?
El graupel es un tipo de precipitación sólida que se produce cuando las gotas de agua en las nubes se condensan alrededor de cristales de hielo, y posteriormente se congelan. Esto genera partículas de hielo blando, pequeñas y frágiles, que tienen un tamaño aproximado de entre 2 y 5 milímetros, y que se deshacen fácilmente al tacto. Su apariencia puede recordar a un grano de arroz o una arveja, aunque su textura es mucho más suave y esponjosa.
¿En qué se diferencia del granizo y de la aguanieve?
Es frecuente confundir el graupel con el granizo o incluso con la agua nieve, pero existen diferencias claras. A diferencia del granizo, que se forma en nubes de tormenta y está compuesto por hielo duro que puede causar daños a vehículos, ventanas o cultivos, el graupel se origina en nubes de llovizna. No rebota al caer y no provoca ningún tipo de daño, ya que su estructura blanda hace que se desintegre fácilmente al impactar contra el suelo o al ser tocado.
Mientras la agua nieve es una mezcla de copos de nieve parcialmente derretidos con lluvia fría, el graupel es más compacto y uniforme y se desarrolla en condiciones ligeramente distintas, donde hay aire muy frío y humedad suficiente en niveles altos de la atmósfera.
Condiciones actuales en Buenos Aires que favorecen su aparición
La alerta del SMN, difundida en su perfil oficial en la red X, indica que el aire frío ingresando desde el océano Atlántico está generando un aumento de la nubosidad y provocando chaparrones puntuales en el este de la provincia de Buenos Aires. Aunque el cielo no está completamente cubierto, y se esperan incluso momentos con Sol, estas condiciones son justamente las ideales para la formación de graupel, especialmente cuando hay lluvias débiles y aire muy frío en capas altas de la atmósfera.
Un fenómeno raro pero sin riesgos
El graupel es un fenómeno raro en la Ciudad de Buenos Aires, aunque no imposible. A diferencia de otros eventos invernales extremos, su presencia no representa un riesgo, ya que no causa acumulación ni daños materiales. Lo que sí puede ofrecer es un espectáculo visual curioso, especialmente para quienes no están familiarizados con este tipo de precipitación invernal.
Con esta inusual ola polar que afecta al AMBA, no sería descabellado que los porteños presencien esta lluvia de bolitas de hielo suave, un recordatorio más de que el invierno austral puede traer sorpresas climáticas incluso en zonas donde rara vez nieva o graniza.